Considerando la enorme complejidad de este campo, las soluciones constructivas óptimas a cada país o a cada región y lo que considero aceptable o no en cada sistema, me gustaría continuar exponiendo precedentes históricos.
Hace varios años leyendo las memorias del Almirante Doenitz me sorprendió su forma de ver la batalla del atlántico, contabilizando la cantidad de toneladas construidas por el Reino Unido y Estados Unidos y la cantidad de toneladas hundidas por los submarinos alemanes, la lógica era simple, independientemente de los éxitos parciales, de las batallas ganadas o perdidas, el resultado final dependería de conseguir hundir más toneladas de acero que las que el enemigo fuera capaz de construir.
Un concepto muy similar a lo que arquitectos o ingenieros consideramos como “números gordos” o los economistas cuando estiman la salud de una economía en términos de PIB o de deuda respecto a PIB.
Intrigado por el asunto comencé a investigar sobre los métodos de construcción navales empleados por ambos contendientes y encontré que en un entorno de guerra total, con una disponibilidad limitada de mano de obra, recursos económicos suficientes y la necesidad de construir la mayor cantidad de buques en el menor plazo de tiempo posible, la prefabricación resultó ser la solución óptima al problema.
En 1941 Alemania hundía el triple de toneladas de buques de las que el Reino Unido era capaz de construir en sus astilleros, y es Churchill quien pidió ayuda a Roosevelt para evitar la inminente derrota.
La clave de la producción masiva de barcos mercantes que garantizarían el suministro de alimentos, combustible, armas y soldados la tenía Henry Kaiser, el hombre milagro:
http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_John_Kaiser
Hasta la llegada de Kaiser a la construcción naval procedente de la construcción de edificios, los barcos se construían suministrando piezas, materiales y mano de obra en el mismo astillero donde se construia el barco y cada pieza se colocaba sobre la marcha con una mayor o menor coordinación, Kaiser sin embargo propone y consigue construir los barcos colocando módulos prefabricados previamente en fábricas distantes de los astilleros.
Siguiendo este método de construcción modular se consiguió construir unos 2 .710 buques Liberty, de los que a pesar de su exigua velocidad, sólo se perdieron por ataques unos 200, apenas un 7,4%,
http://es.wikipedia.org/wiki/Clase_Liberty
El programa de Kaiser incluía una constante mejora en calidad y plazos de construcción, incentivando a los trabajadores de los astilleros más rápidos, alcanzó el record de 4 días, 15 horas y 26 minutos en construir un unico barco.
Una vez comenzó la guerra con Japón, Kaiser planteó la necesidad de construir portaaviones pequeños, baratos y en gran cantidad, frente a unidades de mayor tamaño, mejores prestaciones pero en menor número.
De esta estrategia surgen los Scort Carriers que proporcionaron escolta a los convoyes en el atlántico y apoyo a los portaviones de mayores prestaciones durante las batallas del pacifico.
La estrategia de construcción modular fue similar a la de los Liberty Ships y en un solo año consiguieron construir 50 portaaviones
http://en.wikipedia.org/wiki/Casablanca_class_escort_carrier
Hoy en día, los portaaviones continúan construyéndose de forma modular, montándose piezas prefabricadas en los astilleros.
Ante la respuesta de los Estados Unidos frente a esta Batalla por el Tonelaje planteada por Alemania, estos últimos responden con un programa de construcción masiva de submarinos, siendo los tipos XXI y XXIII los primeros que fueros construidos de forma modular.
El responsable del proyecto fue Albert Speer, arquitecto de profesión, quien eligió a Otto Merker, quien propuso construir las secciones en el interior del país y posteriormente ensamblarlos en los astilleros de Blohm und Voss en Hamburgo, F. Schichau GmbH en Danzig y AG Weser, en Bremen.
El objetivo consistía en fabricar unas 40 unidades mensuales en los primeros tres meses de 1.945, cifra que se hubiese cumplido de no ser por los 44 submarinos destruidos en el astillero como consecuencia de ataques aéreos.
Resulta especialmente interesante observar los datos de reducción de horas de trabajo necesarias por cada unidad de 255.000 a 110.000 horas, los despieces en secciones, el proceso de montaje y las elevadas prestaciones del producto final, todo lo contrario que los Liberty Ships o los Scort Carriers cuya unica ventaja competitiva residía en su producción en masa de forma rapida y barata.
En estas páginas se explica todo el proceso de prefabricación modular por secciones con gran detalle:
http://www.u-historia.com/uhistoria/tecnico/articulos/21tecnico/secciones/secciones.htm
http://www.mundohistoria.org/blog/articulos_web/submarino-del-tipo-xxi
Y de hecho hoy en día los submarinos continúan construyéndose mediante prefabricación modular por secciones.
Resulta cuanto menos interesante el observar cómo tras la guerra ya no se volvió a construir barcos o submarinos por el método tradicional, sino que se adoptó la prefabricación por secciones siguiendo únicamente criterios de calidad, mejora en plazos y optimización de recursos económicos.
Ahora bien, adaptar estos procesos industriales a la construcción de vivienda ya es harina de otro costal, por un lado la Arquitectura es el Donde, el Para Que y el Como que decía Miguel Fisac, de ahi que emplear una tipología de vivienda independientemente de donde se ubique supone una aberración en todos los sentidos, por otro lado la repetición de un modelo supone generar un espacio como los que se observa a continuación y que ocasiona el llamado «efecto colmena».
Las consecuencias del llamado «efecto colmena» eran muy bien descritas por el Arquitecto Rafael Leoz en 1969 en su libro «Redes y Ritmos Espaciales» y eran sobradamente conocidas por sus amigos Le Corbusier y Jean Prouvé:
La gran industria encierra un gran peligro si no se sabe enfocar el problema, si tratamos de resolver el problema arquitectónico apoyandonos en la industria unicamente por razones económicas y técnicas, será el origen de la deshumanización y de una monotonía aplastantes.
Rafael Leoz
Han pasado cuatro décadas y a dia de hoy se siguen construyendo cosas como estas en:
Mexico:
China:
Angola:
Y si bien en los paises con necesidad de vivienda, la peor vivienda es la que no se construye, citando al profesor Julian Salas, la construcción de este tipo de urbanizaciones, o idear un modelo con mayor o menor pericia y pretender extender su construcción de forma universal, supone una solución que dista mucho de ser la ideal.